Amarillo Piña
El color de las musas
Del sábado 02 al lunes 25 de abril de 2016
Complejo Deportivo Cultural Recreativo de la Alcaldía
Municipio Los Salias
San Antonio de los Altos-Venezuela
Te invito a disfrutar de la inauguración de mi próxima exposición
"El Color de las Musas" el 2 de abril a las 11:00 A.M. en los espacios
del Complejo Deportivo Cultural Recreativo de la Alcaldía Municipio Los Salías en San Antonio de los Altos
El color de las musas.
Amarillo Piña
El esfuerzo por construir la imagen idealizada de una
feminidad hecha presencia trascendente y signo acompaña, por algo más de una
década, la realización de una extensa serie en la producción artística de
Amarillo Piña. Este recurrente motivo se une a la necesidad de expresar, en
términos simbólicos, al inefable misterio que impulsa o condiciona el acto
íntimo de pintar, esa inspiración que embarga al artista y que lo compromete en
un acontecimiento que se reedita a cada instante. Ante lo expresado, parte de
la producción actual del artista se devela en la muestra: El color de las
musas. Amarillo Piña, propuesta compuesta
por piezas realizadas entre 2015 y lo que va del presente año, que resulta
síntesis de todas aquellas maneras con que Piña ha abordado, a lo largo del
tiempo, el tema referido.
A pesar de lo señalado en el título de la exposición, la
presencia simbólica de lo femenino no necesariamente compromete en su
configuración el uso del color, más bien estas formas se presentan bajo la
monocromía del negro o de la combinación de dos o tres colores poco saturados;
en todo caso, ellas se anteponen a la representación de un paisaje idealizado
construido, ahora sí, a partir de estridencias cromáticas, naturaleza expresada
desde la emoción por el color que funge de espacio escenográfico o telón de
fondo sobre el que danzan las musas del artista. De este modo, naturaleza y
musa forman parte de un binomio evocador que, como elementos puestos en juego
dentro del simbolismo de la obra, remiten también al mito del encanto femenino
y del compromiso en el acto de pintar.
Para tratar de imbricar estos elementos en su discurso plástico,
Amarillo Piña acomoda en el soporte diversos campos cromáticos logrados por
intermedio de pinceladas generosas cargadas de tonos saturados para así
componer, a través de manchas pastosas y trazos nerviosos, un paisaje de
colores vibrantes que evocan la incandescencia de la luz del trópico. Esta
libertad gestual en el uso del color saturado es un recurso que le permite al
creador exaltar y proyectar hacia adelante el universo de sus iconos femeninos.
La imagen de esta mujer icono que Amarillo Piña ubica por
delante de un paisaje de intensos cromatismos, está sugerida por líneas
sinuosas y onduladas que develan algunos de sus atributos: amplias caderas,
senos perfilados, turgencias curvilíneas cuya configuración, en ocasiones,
remite al contorno sensual de algunos instrumentos musicales (contrabajo y
violonchelo). No obstante, estas prefiguraciones lineales pronto van
desagregándose hasta el límite de lo abstracto, siendo que el dato objetivo de su
corporeidad se pierde para así devenir en signo; un signo que, de tanto en
tanto, asume su convencionalismo a la vez que se multiplica, serializa y
transforma en acto caligráfico, alfabeto personal e íntimo con que el artista
construye una idea de lo femenino.
Esta libertad de la línea expresiva, en ocasiones es
acompañada por una extrema síntesis que va desdibujando su motivo hasta ofrecer
otras configuraciones que aluden a florescencias en el paisaje. ¿Qué papel
juega entonces la mujer arquetípica en la consciencia del creador? ¿Cuál es el
color apropiado para expresar lo femenino? Como hemos tratado de aclarar, una
particular visión del concepto de musa traducida por intermedio de este
alfabeto íntimo, ofrece la idealización semántica de la mujer como inspiradora
del gesto de pintar. Presencia metafórica que reúne a todas en una, esa mujer
arquetípica que fascina la consciencia del creador atrapa, en su simbolismo la
idea de paisaje o más bien de naturaleza prístina y originaria por la cual es
asociado lo femenino.
Entonces, en la pintura de Amarillo Piña el color resulta
metáfora de paisaje. Así sus campos cromáticos por momentos son atravesados
horizontalmente por la sinuosidad de una línea que perfila montes o serranías
idealizadas, los cuales se trasforman también en icono y sugieren un vínculo
con la sinuosidad de las formas de lo corpóreo femenino, constituyéndose en
puntos de quiebre dentro de la puesta en escena del conjunto de las piezas
presentadas en la muestra. La invitación del artista es entonces a descubrir en
la idea de sensualidad y emoción, la razón del libre uso que hace del color, al
tiempo que lo asocia al mito del encanto femenino, cuyo misterio es tomado como
antídoto para aliviar la tensión que produce enfrentarse al lienzo todos los
días.
Félix Hernández
Curador
Alcaldía Los Salías
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Agradecemos a Amarillo
Piña por el envío de la información
BD/DA/LA/LOC
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