La otra piel
Schuster&Zajac
Del sábado 09 de agosto
Al martes 08 de septiembre 2015
Al martes 08 de septiembre 2015
Museo De Arte Contemporáneo Mario Abreu
Av. Constitución entre calle Carabobo y Avenida Ayacucho, 2103
Maracay – Venezuela
“El cuerpo es uno de los nombres del Alma, y no el más indecente”
M. Arland.
El manejo de la técnica y los materiales crean el espacio para el logro
de impresiones concretas y logra al mismo tiempo la contemporaneidad del
momento histórico, mostrándonos así asociaciones más allá de nuestra propia
conciencia. Son intentos de acercamiento al fenómeno de la contemplación que
crea experiencias en la relación del sujeto con la fuente de las sensaciones, como si fuese posible el engaño
visual,
En La exposición “La otra piel” de Harry Schuster y Gustavo Zajac, lo
primero que se aprecia es la pericia técnica, el disfrute en la realización, el
goce en la ejecución. Cuando un artista cuenta con estos elementos, son pocos
los obstáculos que tiene para narrar su mundo interior, sus sentimientos;
pudiendo expresar así libremente su “cotidiano”, revelando el sentido del ser,
de la existencia, de la realidad. Existe una pasión por narrar el mundo y su
gente, por dar respuesta a los distintos aspectos que afectan al hombre como
individuo y ser social, donde el nuevo arte figurativo o de tono realista,
tiene más que ver con el arte conceptual que con las culturas que los
precedieron. Esa pasión trasciende la necesidad de representar la realidad como
simple objetivo, llevan la obra a mostrarnos la crisis de un tiempo y de una
sociedad.
Schuster y Zajac, transitan el erotismo, bien venga de una imagen
religiosa de la historia del arte o de una imagen fotográfica obtenida de algún medio digital. Sin
retratar; enfocan su mirada hacia los gestos específicos y a las extensiones de
piel, deteniéndose en detalles que revelan lo humano y lo voluptuoso al espectador, por ejemplo: la
sensualidad oculta en la boca de una “Virgen Dolorosa”, que no veríamos con el
mismo interés sí observáramos la imagen
en su totalidad; los músculos faciales que se contraen en el “Éxtasis de Santa
Teresa”, son los mismos que se contraen en el rostro de una mujer en el clímax
sexual y haciendo de estos el punto focal , el espectador ante ese
encuadre, aprecia la obra desnuda de
todo contexto, y no teniendo las referencias simbólicas, se permite, sólo
entonces, incorporar su propio marco de contenidos.
Este es el juego que comparten los artistas con los espectadores, con
una forma especial de fidelidad entre todos, con un color encendido, sólido y
definitorio, con una franqueza en la representación que sorprende con una realidad más vasta para
compartir.
Schuster y Zajac usan las imágenes de la Historia del Arte como
referencia extrayendo de ella las figuras humanas y van hilvanando una historia
que conduce hasta el cuerpo actual dotándolas de un significado contemporáneo. Su
información proviene también del mundo publicitario, para colocar siempre al cuerpo como
protagonista.
Sí tomamos en serio las preguntas que se hacen o nos hacen los artistas
deberíamos orientar nuestra mirada hacia ese punto, aunque su lectura sea
compleja. Evidenciando lo sensual,
lo erótico, la realidad de género, la obra resultante formaliza lo cotidiano de
los autores, y en lo cotidiano los artistas reflejan la historia que transitan.
Es la propia piel que narra los hechos y trasciende a lo social, a lo
político, a lo ecológico., etc. Reafirmando
así el hecho de que siempre el individuo
y su existencia es el protagonista de la obra de ambos.
Si bien en toda la obra la descontextualización del sujeto y de los
soportes es una constante, el cuerpo es el vehículo, es el alma y arma de una
expresión sin género.
En esta exposición el límite
somos nosotros mismos y es nuestra idiosincrasia la que dicta las
reglas.
El hecho que son obras que están siendo expuestas y que pertenecen a
colecciones privadas que muy pocas veces han sido vistas, le agrega al conjunto
parte de la conceptualización de que sigue siendo protagonista la piel. Al
punto de que existe relación entre piezas que tienen un “tiempo” entre ellas,
tal es el caso de “Socorrito” obra con la que Schuster obtiene una premiación
en Salón Nacional de Arte Aragua y quince años después Zajac hace una
interpretación sobre la misma obra, pero, en este caso desvaída y desdibujada y
la denomina “Socorrito quince años después” donde se intenta demostrar el
dibujo subyacente de la obra que aparece como “arrugas” demostrando el paso del
tiempo, mientras que la pieza original aparece impoluta y conservada por la
institución como el día en que fue recibida originalmente, haciendo de nuevo a
la piel protagonista de esta contemplación.
Otro punto interesante en la exposición es ver como los artistas hacen
fácil la narración de la obra pues todo queda fijado en un momento arbitrario
de una situación que sucedió o acaba de suceder, con el contrapunto de detalles
que dejan abierta la posibilidad de un estremecimiento insólito, este es el
caso de “La crucifixión según….” Donde en un tríptico cuyas puertas se
convierten en una poderosa imagen de referencia visual vuelve a confrontar
nuestras concepciones u obsesiones sobre un tema por demás simple y común donde
ya no es posible distinguir entre la sugerencia y la representación.
Esta exposición nos invita a hacer un recorrido temporal por el
descubrimiento y el encanto en las vivencias del arte por el descubrimiento del
encanto de las “evas” y en los “adanes”, devolviéndonos a la fiereza del sueño,
y nos devuelve el instinto que hacen parecer distante y cumplidas las
experiencias.
Texto de
Dennis Zavala
Museo De Arte Contemporáneo Mario Abreu
Catálogo
Agradecemos a Maritza Góngora por el envío de la invitación
BD/DA/LA/LOC
P.
P.
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