Reencuentro visual
GAUBA
Del jueves 21 de julio
Al miércoles 30 de noviembre de 2016
Universidad Bicentenaria de Aragua
GAUBA
Avenida Intercomunal Santiago Mariño
c/c Av. Universidad, Sector La Providencia,
San Joaquín de Turrnero
Turmero-Venezuela
La UBA inaugura Galería de Arte con exposición Reencuentro
Visual
Este jueves 21 de julio a las 10:00 de la mañana, abriró sus
puertas la Galería de Arte de la Universidad Bicentenaria de Aragua (Gauba),
con una exposición denominada Reencuentro Visual: Generación Artística de los
años 80 y 90 en Venezuela. El encuentro tuvo lugar, en el espacio Giraluna
ubicado detrás del edificio de Ingeniería de la mencionada casa de estudios.
El Rector Presidente del Alma Máter Ubista, Basilio Sánchez
Aranguren, indicó, que "la creación de la Gauba, va de la mano con los
propósitos que animan la gestión de nuestro rectorado, orientados a impulsar y
mantener el perfil de una Universidad innovadora, integradora y
productiva".
En el marco de celebración de los 30 años de la UBA, se
inaugura este espacio con una exposición que muestra una variada selección de
obras de artistas de una de las épocas más fructíferas de Venezuela, exhibición
que apoya la familiarización de la comunidad ubista con la apreciación estética
de la cultura nacional.
Asimismo, la Directora de Cultura, Prensa y Relaciones
Institucionales de la UBA y Curadora de la exposición, Ydelisa Rincón, explicó,
"es ésta una excelente oportunidad para deleitar nuestros ojos, y nuestra
mente, con la diversidad de temas expuestos por estos grandes artistas".
"Es un nuevo espacio que se gana para el arte aragüeño
y venezolano en general, la creación de la Gauba, es un gran logro para la
Universidad Bicentenaria de Aragua,
porque fortalece su educación integral en los estudiantes, a través de las
Artes y la Cultura", puntualizó.
Por otro lado, Elida Salazar también curadora de la muestra
indicó que "Las obras que fueron seleccionadas no pertenecen a la
ilustración de una sola idea, sino que cada una de ellas siguen un sentido en
conjunto", explicó.
La directora de Dculpri, manifestó que todos los artistas
participantes de la muestra estuvieron presentes en el acto inaugural, siendo casi
todos Maestros del Arte Venezolano e invitó a los amantes de las artes a
asistir al evento que estuvo amenizado, por el dueto de jazz Zoavecoco, la
violinista Sthefania Camejo, performances a cargo de Eliseo Solis Mora,
Microteatro: Damasco Teatro con 900 Pánico de Marcos Purroy, bajo la Dirección
de Franco Quintero, Body Paint realizados por Samuel Cortez, y se cerró la
jornada con un brindis de parte de esta casa de estudio.
Es de hacer saber, que la exposición está conformada por 34
obras del arte contemporáneo de nuestro país, que irrumpieron en la escena
plástica venezolana en esta época, dichas piezas de los artistas: Adonay Duque,
Alberto Asprino, Ángel Vivas Arias, Arnoldo Díaz, Carlos Zerpa, Corina Briceño,
Edgar Alvares Estrada, Eduardo Bárcenas, Ender Cepeda, Felipe Herrera,
Francisco Bugallo, Gaudí Esté, Gustavo Zajac, Harry Schuster, Humberto Salas,
Jason Galarra, Jesús Guerrero, José Caldas, J.J. Moros, José Páez del
Nogal, Julian Villafañe, Julio Pachaco, Rivas, Miguel Von Dangel, Nadia
Benatar, Nelson Sarabia, Néstor Alí Quiñones, Nidia Delmoral, Ramón
Hernández, Ricar do Benaim, Roger
Sanguino, Samuel Baron i, Saul Huerta,
Teresa Gabaldon, Víctor Julio González y Wladimir Zabaleta.
(Coro, estado Falcón, 1954)
Niño refugiado XVII, 2006
Óleo sobre tela
220 x 165 cm
|
A partir de 1990, Adonay Duque en su pase del dibujo a la
pintura figurativa, el artista refleja en sus personajes un dramatismo
particular que hace referencia al arte bizantino, el expresionismo alemán y el
muralismo mexicano. La monumentalidad de los rostros llega a ocupar todo el
espacio del cuadro, con fuertes y pastosas pinceladas, acentúa los contrastes
cromáticos que dan el carácter dramático y refuerzan la atmósfera de la obra.
Alberto Asprino
(Maracaibo, estado Zulia, 1952)
Sin título, 2010 – 2016 Frottage de creyón de cera sobre tela 50 x 146 cm |
Sus primeras obras fueron ensamblajes realizados con
materiales reciclados, y en los años ochenta empieza a participar en los
salones nacionales. En 1990, es invitado a participar en el II Salón de Arte
Efímero, homenaje a Ángel Vivas Arias en Maracay. Desde vitrinas, consolas o
cajones, sus libros de madera encuentran una manera simbólica de manifestarse. Los libros dentro de la generalidad de la
obra son una manera simbólica de ver el paisaje. En esta obra Sin título, 2010 – 2016, se
aleja de los planteamientos anteriores para indagar en los planos monocromos y
el uso de signos gráficos más cercano a la obra abstracta.
Ángel Vivas Arias+
(Maracay, estado Aragua, 1949 - París, Francia, 1986)
Sin título, 1985
Acrílico sobre tela
107 x 148 cm
|
Se inicia en la pintura y el dibujo para luego pasar a los
nuevos medios. En 1980 realiza la exposición “Objetos encontrados e invención
gestual”, conformada por dibujos y objetos encontrados de gran diversidad en
los cuales el artista ha encontraba posibilidades simbólicas y estéticas. Ese
mismo año, forma parte de “Arte Bípedo” en la Galería de Arte Nacional, tiempo
en el cual realiza una intervención gestual donde lanza sobre el público tierra
de la tumba de Vicent Van Gogh, después de haber pronunciado un discurso. En
1982, comienza a realizar los “Pictodramas”, especie de cuadros vivos en lo que
el artista utiliza su propio cuerpo como medio de expresión plástica,
valiéndose de la música, el teatro, la danza, y los poemas sonoros, inventados
por el artista.
Arnoldo Díaz
(Puerto Cabello, estado Carabobo, 1950)
Preocupado esencialmente por la búsqueda de una vinculación
directa entre su obra con las tradiciones populares de una vida todavía
ampliamente dominada por la presencia de lo rural. Artista autodidacta, su
interés es llevar, compartir y concientizar
a través del arte su mensaje de vibrante alegría, color y vida con la
humanidad, haciendo de nuestro entorno un mundo mejor para vivir.
Espera que el espectador de sus obras perciba, que lo que pueda decirles, tan
sólo espera que de alguna manera permitan acompañarlos o motivarlos en este u
otro instante de la creación.
Carlos Zerpa
(Caracas, 1950)
En 1980, exhibe “Cada cual con su santo propio”, en el
Teatro de la Campana, en Valencia, estado Carabobo, una muestra de carácter
mágico conceptual en la cual el artista presenta el trabajo realizado durante
en diferentes campos y con diversos medios: fotografías, copias offset,
pintura, escultura y acciones corporales. Posteriormente, se exhibe en la Casa
de la Cultura de Maracay y es censurada en vista de las presiones que ejerce la
iglesia por considerarla irrespetuosa y de mal gusto. A partir de entonces,
Carlos Zerpa ha sido el responsable de una exploración totalmente abierta a
nuestra inconsciente colectivo, la imaginería popular, la suspensión, los
símbolos patrios, la magia, los ídolos infantiles, la fábula del arte y de la
historia se convierten en elementos de sus obras.
Corina Briceño
(Caracas, 1943)
Ventana 2 - 6050, 2013 Óleo sobre tela 98 x 175 cm |
Edgar Álvarez Estrada
(Cúa, estado Miranda, 1945)
De paso (Serie de lo íngrimo), 2008 Acrílico sobre tela 120 x 90 cm |
En el desarrollo de su carrera artística se observan cuatro
etapas demarcadas por dos extensas series: la de las armaduras medievales, desarrolladas alrededor de
los años ochenta
donde introduce el autorretrato, y
la de los
bestiarios, en la cual
trabaja desde sus estudios de ilustración relacionado con la tradición gráfica. Hacia finales
de la década de los años noventa, el artista incorpora a su trabajo la
gestualidad sin alejarse de la visión académica, e hizo mayor uso
de la perspectiva
en reinterpretaciones del
tema mirandino
Eduardo Bárcenas
(Maracay, estado Aragua, 1954)
De la serie Develaciones de la piel: Mestizo, 2014 Acrílico sobre tela 250 x 250 cm |
Como pintor figurativo, Eduardo Bárcenas, invisibiliza la
angustia y el grito contenidos a través de un gestualismo de atmósferas blancas
para realizar rostros macizos, sólidos, de cuya piel se delata una acumulación
de palabras o ideas, que se integran bajo la piel pictóricamente. En este
proceso, de carácter más psicológico y antropológico, se distingue el
monocromatismo así como la fuerte expresividad de estos rostros.
Ender Cepeda
(Maracaibo, estado Zulia, 1945)
Fatamorgana (Homenaje a Faluya), 2006 Óleo sobre tela 140 x 170 cm |
Vinculado por la crítica a la llamada escuela de Maracaibo,
que agrupa a un número de artistas figurativos que en la década de los años
setenta dio la espalda a la tradición académica, Cepeda accede a la pintura a
partir del dibujo y la caricatura. En los inicios de los años noventa expone en
el Centro de Arte Euroamericano, la evolución de su obra, la preocupación ahora
es el volumen, la monumentalidad, interesado en su pintura más costumbrista y
manejo del volumen con gran libertad. La
obra figurativa de Cepeda se compone de seres y objetos, ubicados en contextos
inusuales, agrupados e individualizados en composiciones a veces insólitas, se
trata de una visión fabulativa del mundo como captación de un orden
universal. Narra historias abiertas, con
un tratamiento simultáneo entre la pintura,
la caricatura al arte objetual, donde todo se mantiene adherido en su
propio tiempo, a su propio espacio, en
libertad de asociaciones y vínculos.
Felipe Herrera
(Valencia, estado Carabobo, 1947)
Pequeño Trono, 2015 – 2016 Materiales diversos / Ensamblaje 145 x 54 x 54 cm |
Representante del boom del dibujo en Venezuela, en los años
ochenta, trabaja con la riqueza de los planos sombreados, los trucos
pictóricos, las perspectivas, los volúmenes y claroscuros perfectamente
definidos. Herrera se hace, desde entonces, de una iconografía, que con ciertas
alteraciones, acompañaran su obra: la
figura humana y caballos; el tablero de ajedrez; cartas adivinatorias, algunos
elementos arquitectónicos, son algunos de sus motivos recurrentes. Comenzando
los años noventa, inicia una serie de dibujos-cajas-sillas en lo que se empeña,
con más ahínco, en la experimentación de
los diversos materiales en la que destacan la subdivisión y fragmentación del
espacio. Toda su obra mantiene una relación dibujo-escultura, escultura-dibujo
son los dos polos que han ocupado buena parte de su propuesta plástica.
Francisco Bugallo
(Caracas, 1958)
Volumen Rojo I, 2015 Impresión lenticular 120 x 120 cm |
Desde sus orígenes como artista se ha nutrido de la
recreación y representación del arte del pasado. Su primera exposición
individual la realiza en el Museo de Bellas Artes, Caracas, en 1990, donde los personajes, pintados en gran
formato, están fundidos en una semipenumbra donde se borran las líneas y los
contrastes. El procedimiento técnico que Bugallo ha empleado, para desarrollar su obra se basa en el
principio de apropiación de imágenes provenientes del pasado histórico de la
tradición. Con la utilización de nuevas
técnicas de impresión, vuelva a una controlada intervención de la superficie
pictórica, cuyos efectos ópticos lo acercan a la herencia cinética.
Gaudi Esté
(Los Teques, estado Miranda, 1947)
Caballeriza (Serie Devoción), 2005 Tallo y ensamblaje de madera patinada y pintada 210 x 200 x 60 cm |
En los años ochenta, desarrolla una obra escultórica en
madera en la cual la figura es una síntesis formal, donde rasgos, miembros y
otros detalles son pintados en una casi cilíndrica figura lisa y pulida. En otras formas, la talla es frontal con
trabajos en relieves. A inicios de la década de los años 1990, quemaba la
madera y la flotaba con cepillos de alambres para lograr texturas ásperas, y
dejar evidencias de colores y empastes. Luego, la figura dejó de ser plano y
lisa, deja el volumen tallado y
precisado, de ser grupo, para
convertirse en individualidad para siempre hablar el tema del poder, los
poderosos y los sumisos, los agresores y los agredidos.
Gustavo Zajac y Harry Schuster
Gustavo Zajac (Caracas, 1954) /
Harry Schuster (Puerto Cabello, estado Carabobo, 1956)
Dónde estás?, 2015 Acrílico y óleo sobre tela 120x 106 |
Desde la década de los años noventa, trabajan conjuntamente
Gustavo Zajac y Harry Schuster, de esta
forma participan en numerosas exposiciones
realizando obras conjuntas y figurativas. Por armonía sus obras se complementan en un
juego de revelaciones donde cada uno guarda intacta su personalidad. No es una
pintura a cuadro manos, se trata de formas que se entretejen, inacabadas,
manchas informales y sueltas que igualan los trazos gestuales empleados en la
ejecución, los cuales conforman esta nueva búsqueda pictórica.
Humberto Salas
(Caracas, 1974)
Desde finales de los años 80 viene presentando un trabajo
que evidencia rigor, estudio y talento, características estas que lo han hecho
merecedor de no pocos reconocimiento en los diferentes salones de arte del
país. En las construcciones de Humberto Salas se percibe el recuerdo de una
civilización marcada por lo monumental, lo sacro, lo elevado. Son
construcciones en las cuales convive armónicamente la presencia con su
recuerdo, lo constructivo; con lo zoomórfico, armándose pieza a pieza como
adoquines sin tiempo.
Jason
Galarraga
(Caracas, 1950)
Things, 2001 Acrílico grafito, crayón de óleo sobre tela 120 x 200 cm |
En 1980, la Organización de Estados Americanos (OEA) le
otorga una beca para realizar estudios de un proyecto de artes gráficas. Para
estos años empieza a utilizar el óleo sobre la tela sin desprenderse de las
técnicas gráficas. A partir del 1996, establecido en Caracas, rompe con la uniformidad de la tela y allí
hace desembocar una serie de elementos gráficos, a modo de collage dibujístico,
logos, dibujos infantiles, que convierten la obra en un espacio lúdico, es
decir, una simbología de lo cotidiano.
Jesús Guerrero
(Tovar, estado Mérida, 1965)
Confrontación 015, 2015 Zinc con amarillo / Lona acrílica. 200 x 220 cm |
Luego de experimentar con diversos materiales y
soportes, con varios métodos, asume la pintura en grandes dimensiones. Es una pintura objetual, intimista, el objeto
desde lo cotidiano. Residenciado en Mérida, el artista sostiene que cada uno de
sus cuadros, están trabajados con
materiales como lonas, zinc y acrílico, para dar una nueva mirada a la
imperfección de las cosas, de la humanidad. Es la tarea de buscarse a sí mismo,
dentro del arte. Con una obra abstracta, el artista busca darle forma y
pensamiento a su creación.
José Caldas
(San Cristóbal, estado Táchira, 1953)
Olokun, 2015 Acrílico sobre tela 150 x 200 cm |
Desde sus inicios los cuadros de José Caldas, nos llevan a
paisajes íntimos de lo sentido y de lo vivido nacidos de una sensibilidad
enraizada en el trópico, y su alegría manifiesta en los fuertes contrastes
cromáticos de su lenguaje plástico, que expresa una mirada acuciosa, con la
cual no desea mostrar la realidad tal cual se nos presenta, sino la fusión de
lo sensorial con lo espiritual. Los contrastes cromáticos de la obra de Caldas
son resultado de sus experiencias, de su investigación y de un mirar que busca
el sentido musical del color, para crear tensiones entre colores fríos y
calientes, agudos y graves.
J.J. Moros
(Caracas, 1950)
Urumaco, 1992 Hierro grafilado 225 x 19,5 x 15,5 cm |
En la obra de J.J. Moros se establecen dos etapas de su
producción escultórica: en la primera, prevalece el carácter dibujístico del
espacio y la forma sugerida a través de la linealidad, un aparente dominio de la verticalidad que
conlleva una carga de referencialidad, así mismo, una predilección por la forma
circular y la irradiación de la fuerza en el espacio. La segunda etapa,
comenzada hacia finales de 1990, presenta rasgos opuestos, hay predominio de la
forma cilíndrica, dominio de la horizontal y la vertical, le brindan
estabilidad y equilibro a la obra escultórica.
José Páez del Nogal
(Cuidad Bolívar, estado Bolívar, 1951)
Liberarte, 2010 Acrílico sobre tela 80 x 100 cm |
Hacia 1986, sus “Rayagrafías” empiezan a plasmarse en el
enorme papel impreso de las vallas
publicitarias junto a la utilización de la pintura industrial, grafito y
gouache, entre otros materiales, en la búsqueda de la cromatización del
espacio. Una obra de gran escala no sólo en el tamaño sino también en la
concepción de la misma, donde gana la mancha cromática, la espontaneidad,
gestualidad y expresividad.
Julián Villafañe
(Mérida, estado Mérida, 1969)
Muñeca en el sofá, 2015 Acrílico sobre tela 160 x 100 cm |
Con balcones donde antes figuraban heladeros, con líneas
desbordadas donde solía hacer cuadrículas exactas, y con densas formas y
manchas de óleo, este artista acostumbraba estirar el acrílico. Las obras de
Villafañe ubican en los rumbos de una metamorfosis que lo aleja de elementos
formales en la pintura y lo acerca, cada vez más, a la fascinación por el
riesgo y por la mancha. El artista se ha dejado transmutar por la emoción del
descubrimiento. Cautivado por las posibilidades plásticas del acrílico, ha
convertido sus pinturas en espacios donde todo parece una invitación al tacto,
al gesto, a la figuración desenfadada.
Donde cada gesto pictórico resulta de una intención expresiva y
liberadora.
Julio Pacheco Rivas
Fotografía de Irma Araujo
(Caracas, 1953)
En construcción, 2009 Acrílico sobre MDF texturizado y acanalado 180 x 210 cm |
Desde 1977 hasta 1987 se establece en París aunque son
frecuentes sus viajes a Venezuela. La obra plástica de Pacheco Rivas, propone
desde la pintura una visión geométrica del paisaje: la razón de la perspectiva
renacentista o cibernética constituye un instrumento que permite tanto la
ordenación de un pensamiento híbrido como la fijación de un paisaje utópico o
posible, el cual se reinventa en cada
propuesta.
Miguel Von Dangel
(Bayreuth, Alemania, 1946)
Entre la década de los años 80 y 90, inmerso en el estudio
de la taxidermia, Miguel Von Dangel crea un nuevo tipo de cartografía, donde
los materiales de la flora, la fauna y del uso cotidiano, son introducidos en
sus obras por distintas vías como, el dibujo sobre papel o sobre mapas,
encapsulados, ensamblajes y escultura, para elaborar el estudio
histórico-geográfico, la conciencia mítico-religiosa, y lo primigenio, dentro
de una composición barroca. Una suerte
de territorio primigenio, mezcla de fantasía y ficción; proyecta aquí, un
escenario petareño donde abundan las plantas imposibles y las resistentes
hierbas. Acude al color contrastándolo con zonas grises del aluminio, para indicar
cuándo quería que las formas se vieran dimensionalmente o en profundidad.
Nadia Benatar
(Caracas, 1949)
Espiral suspendido (Serie Continuas), 2015 Alambre inoxidable, plomos, canutillos 74 x 60 x 67 cm |
Sus dibujos de inicio se convierten en cuadros en la década
de los años ochenta, como territorios para las exploraciones más audaces. Luego
de una pausa de su trabajo plástico. Expone “Domestica-da”, en la Sala
Mendoza, una instalación con cinco
ambientaciones en la que hace énfasis en la ausencia de la figura humana, en los
cuales los objetos cotidianos están envueltos en mallas metálicas, desde
entonces, el gris y el metal forman parte de su exploración plástica envuelta
en tejeduras y espirales que destaca su obra abstracta.
Nelson Sarabia
(Tejerías, estado Aragua, 1951)
Encuentro con la luz, 2016 Óleo sobre tela 160 x 250 cm |
Nelson Sarabria utiliza un método gestual, con el que
proporciona a la acción de pintar velocidad y profundidad, dramatizando así las
formas que desarrolla en el cuadro. Y quizás sea este rasgo gestual, a veces
impregnado de violencia, lo que caracteriza su lenguaje actual. El interés está
puesto, no en la representación del motivo, sino en el poder sugestivo que es capaz
de inducir el medio cromático a través del impulso incontrolado dirigido a
captar el gesto y el color.
Nestor Alí Quiñones
(Tovar, estado Mérida, 1963)
Solo Muhammad Alí, 2012 Materiales diversos sobre tela 150 x 140 cm |
Desde sus inicios, ha manteniendo sus características
expresivas mediante una serie de profundas y gruesas pinceladas pastosas o
aplicaciones de espátula, y de una infinidad de desordenadas agrupaciones de
colores. Parte de una imagen figurativa ya creada, en la que Quiñones no busca
reproducirla bajo esquemas tradicionales, sino, que partiendo de ella, la
descompone y posteriormente reordena las formas hasta obtener una imagen
contemporánea con características particulares interpretativas, generando una
obra de excepcional calidad y la transcripción precisa de la imagen y la
personalidad de la figura. Sus grafismos que lo acompañan y sus toques de
coloración espontánea, recuerdan la obra de renombrados maestros del arte
abstracto contemporáneo.
Nidia del Moral
(Maracay, estado Aragua, 1950)
De la serie Umbrales, 2016 Madera de compuesto fenólico 20 x 20 / 20 x 20 x 8 cm |
Después de experimentar con diversos materiales como el
hierro y el acero, la artista enfoca su trabajo al uso de la madera. En los
años noventa su obra manifiesta una persistente inquietud por las
máquinas. Actualmente, desarrolla una
investigación relativa a la geometrización de la obra la cual denota una cierta
desestabilización de los postulados de la geometría abstracta: módulos
coloreados que flotan en el espacio, obras que parecen ofrecer una continuidad
a las tradicionales formas constructivas, de las cuales Del moral hizo sin
embargo una nueva lectura.
Después de experimentar con diversos materiales como el
hierro y el acero, la artista enfoca su trabajo al uso de la madera, a la que
considera como un material de mucha fuerza, vida y energía. En los años noventa
su obra manifiesta una persistente inquietud por las máquinas las cuales recrea
de una forma particular con tallas ensambladas con modos recursos metálicos
como tornillos, tuercas y engranajes. Este concepto lo desarrolla, con sus diversas
variantes, desde la exposición “Universo de formas mecánicas,” realizada en el
Museo de Anzoátegui, en 1991
Ramón Hernández
(Zaraza, estado Guárico, 1953)
Tres, 2008 Acrílico sobre tela 70 x 70 cm |
En realidad, es esta una pintura absolutamente supeditada a
un protocolo preciso de percepción, y en este sentido, tras su apariencia de
libertad expresiva y abstracta, pretende
hacer visible el color monocromo y la forma, lo que es posible encontrar en
ella el registro de nuestra tradición artística. Todos los híbridos de hoy, todas las
diseminaciones orgánicas y pictóricas de nuestros días tienen en la tradición
del arte venezolano formas emblemáticas y abismal de posibilidades.
Ricardo Benaim
(Caracas, 1949)
Hojarasca / El centro del sur, 2015 Papeles Intervenidos 145 x 90 cm |
Pintor, grabador y escultor. En sus primeras obras utiliza
el papel como soporte expresivo. Dibujo,
gráfica y diseño se combinan como alternativas de un trabajo que recurre
también a otras constantes, como imágenes estereotipadas, los pentagramas, las
cartas, los diseños de figuras y personajes extraídos de la memoria infantil,
luego esto lo lleva a las reflexiones del libro como objeto. En la década de
los años noventa sus obras reflejan su inquietud por los problemas ecológicos,
en las cuales incluye ensamblajes, dibujos intervenidos sobre papel de arroz y
soporte de hierro, inspirados en la génesis de la tierra.
Roger
Sanguino
(Maracay, estado Aragua, 1968)
Su proposición plástica de la década de los años noventa
radica en realzar los movimientos salvajes de especies animales que reaccionan
frente a la violencia humana; prosigue realizando estudios exploratorios de
medios y técnicas hasta llegar a un discurso en el que refleja su manera
particular de ver la fauna.
Samuel Baroni
El Dorado, 2014 Materiales diversos / MDF con banda de goma 132 x 220 cm |
Como escultor, hacia los años ochenta, Baroni explora un
arte participativo, basado en estructuras tensas y livianas integradas al
espacio viviente, su obra se caracteriza por la exploración de la expresión
matérica. Hacia los años noventa,
trabaja en gran formato en los
que transciende los límites de la pintura y la escultura. La temática de su
obra giraba en torno a la relación naturaleza-hombre-muerte, como un ciclo de
regeneración. De igual forma, símbolos como el árbol, el caballo, el espiral,
el minotauro y el toro, han pasado a su obra como elementos expresivos, de esos
tiempos.
Saul Huerta
(Caracas, 1948)
Códice II, 2016 Acrílico, resina y óleo sobre tela 120 x 160 cm |
Desde 1976, participa en los numerosos exposiciones, salones
y bienales de arte, junto aquellos dibujantes que tomaban para si la historia
del arte universal a fin de reinventar íconos fundamentales. Destacado en la
técnica del dibujo sus investigaciones lo han conducido, hacia finales de la
década de los años noventa, hacia la creación de una pintura texturizada a
través de las resinas, creyones y pigmentos. Sus nuevas formas, texturas y
colores, evocan los viejos mitos, formas arcaicas, para resucitar la magia y
las formas primitivas e instalarlas en el mundo contemporáneo. En esa
confluencia plástica, las pinturas de Saúl Huerta, son también un acertijo, un
espacio invadido por signos, unos rectángulos oscuros con pistas abstractas del
remoto pasado con pequeños rayos y luz y
color.
Teresa Gabaldón
Fotografía de Irma Araujo
(Caracas, 1950)
Espigas, 2009 Óleo sobre tela 180 x 60 cm |
Tres décadas marcan su producción: una etapa inicial, que
comienza a desarrollarse en 1980 y en la cual la figura humana, generalmente
femenina, es presentada dentro del ámbito de una habitación, llenando el ámbito
cotidiano de rasgos poéticos, cargados de color que se subordina al dibujo. En
la segunda etapa, asociados a sus estudios en Nueva York, comienza a manifestar
cualidades y trazos más expresivos y mucho más libres, comienza a dibujar
flores a los lados de sus dibujos pasando luego a enmarcarlos dentro de grecas.
De aquí en adelante el color va jerarquizándose dándole una apertura al
exterior a través de jardines, flores y fragmentos del paisaje signados por el
carácter gestual de los trazos.
Victor Julio González
(Valencia, estado Carabobo, 1961)
Paisaje en gris, 2016 Óleo sobre tela 96 x 180 cm |
Trabaja en una serie de pinturas elaboradas sobre tablas de
madera se disponen ordenadamente para ofrecer una visión múltiple de fracciones
del paisaje venezolano, con toda la riqueza cromática y de textura visual. Su
paleta nos remite al trabajo de pintores viajeros que recorrieron nuestro país
hace dos siglos, registrando en sus libros de dibujo todas nuestras riquezas
con exquisita precisión de detalles. González crea nuevos paisajes y los
fragmenta, imponiendo la fantasía y la interpretación subjetiva sobre la
reproducción exacta del tema, así propone nuevas lecturas de lo que ha sido su
interés desde los inicios de su trabajo artístico.
Wladimir Zabaleta+
(Valencia, estado Carabobo, 1944 - 2013)
En los años sesenta Vladimir Zabaleta se une a la corriente
informalista del momento hasta alcanzar una especie de vacío metafísico, en
esencia se plantea como un pintor gestual, fuertemente atraído por la
sensualidad del color y la libertad que le permite no corregir la emoción, sino
expresarla racionalmente, con mayor energía. Posteriormente, desarrollaba su carrera docente en la década
de los años ochenta y trabaja una obra en diferentes vertientes expresivas
que reflejan una visión mágico-barroca o surrealista. Cada cuadro es un compendio de elementos
contrapuestos, una sumatoria sorpresiva de figuras de diferentes mundos, un
engranaje de imágenes que mezclan el sueño y lo real, cuya composición rompe
con la lógica racional y pasa al terreno
de la intuición.
Reencuentro Visual: Generación Artística de los años 80 y 90 en Venezuela, estará abierta al público desde este jueves 21 de julio a las 10:00 de la mañana, hasta el 30 de noviembre del 2016. En este período habrá un receso por vacaciones desde del 19 de agosto al 20 de septiembre. El horario será de lunes a viernes de 8:00 A.M. hasta las 5:00 P.M. La ubicación de la Galería. “Espacio Giraluna” es en la Dirección de Cultura, Prensa y Relaciones Institucionales de la Universidad Bicentenaria de Aragua, detrás de la Facultad de Ingeniería. Planta Baja. En la Av. Intercomunal Santiago Mariño c/c Av. Universidad, Sector La Providencia, San Joaquín de Turrnero Estado Aragua Venezuela TELÉFONO: +58 243 2650061
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