Imagen y Palabra Homenaje a Eugenio Montejo
Felipe Herrera,
Freddy Villarroel y
Luis Alberto Hernádez.
Fecha: Del domingo, 6 de mayo
Al domingo 24 de junio de 2012
Hora: 11:00 A.M.
Lugar: Centro Cultural Eladio Alemán Sucre
Dirección. Av. Universidad, Urb. La Granja. Edif. “El Carabobeño”
Valencia, Venezuela.
Telefs.: 867.12.18 – 867.29.37
“Quien haya frecuentado durante años la escritura poética sabe por propia experiencia, que en ella, por más que se consagre a su conocimiento, nadie está seguro de ser alguien distinto de un aprendiz. La misma poesía nos llama a precavernos contra las certezas definitivas tanto en el arte como en la vida. Si algo se nos revela desde su primera palabra es la necesidad de vivir a sabiendas de que nada aquí en la tierra es por mucho tiempo ni nada hay que al instante siguiente no pueda ser diferente. Ella constituye, a lo sumo, la más viva expresión de nuestro naufragio, que es el nombre más íntimo del destino.”
Eugenio Montejo
FELIPE HERRERA
Por Bélgica Rodríguez
“El propósito que lo guiaba no era imposible, aunque si sobrenatural. Quería soñar un hombre: quería soñarlo con intensidad minuciosa e imponerlo a la realidad”
Jorge Luis Borges / Las Ruinas Circulares
Reconocido, en Venezuela de los años 80, como uno de los protagonistas principales del auge del dibujo como proposición plástica autosuficiente, la obra de este creador venezolano concierne a un concierto de arte-vida-arte más profundo y amplio que lo que a primera vista puede observarse. Su visión del hombre, aún cuando insistentemente lo presenta y representa, descarnado y desgarrado, es universal, es humanista. Fragmentos del hombre, de naturaleza, de existencia, de vida, de memorias, representados en corazones, ojos, brazos, piernas, torsos, manzanas, cuchillos, mesas, barajas, figuras geométricas, cadenas, conforman un escenario real que habla de los fantasmas del artista y de su necesidad de hacer de cada obra un capítulo autobiográfico.
A Herrera le interesan las dos realidades, las dos ficciones, los dos espacios. Un universo físico otro intuido, lo interior lo exterior, lo oscuro lo claro. Dentro de unos cánones ligados a una figuración dramática, nerviosa y conociéndose como “obsesivamente dibujante y retórico”, Herrera construye un universo pluri-dimensional en el que la multiplicidad de lecturas de un solo discurso enriquece su visión plástica y ofrece al espectador la posibilidad de sentirse en resonancia con él.
Esta experiencia constituye el testimonio de una andadura hecha gesto estético, un peregrinar constante que desarrolla y despliega las trazas de un arte más bien nómada,en el que se entrecruza y yuxtapone el deslumbrante resplandor de contenidos espirituales de culturas distantísimas. Así concebido el arte está abierto a una génesis cosmológica como verdadera posibilidad de identidad, las fronteras culturales quedan abolidas, toda cultura es un legado propio por cuanto es el producto de una percepción del mundo abierta a la Totalidad a la que pertenecemos. Desde esta perspectiva la dimensión estética vuelve a ser aquella a la que el hombre está ligado en lo más íntimo y esto, como lo anticipaba Krishnamurti, “constituye el recordatorio de que la belleza es una modalidad profunda del conocimiento, una aprehensión directa del despliegue de la profundidad de lo divino”. El arte nómada nos acerca a la verdad entrañable de esa profundidad. Nos sugiere las diversas maneras como la espiritualidad toma forma en las culturas para establecer modos de comunión con la Totalidad.
Luis Alberto Hernández (Por un arte nómada).
Agradecemos a Roberto Puente por el envío de esta invitación
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